El poeta del amor, el gran Juan de la Cruz, es un escritor, un pensador un místico cuya vida que gira en torno al amor, al amor como sanación y como camino de libertad.
Esta es una de sus oraciones más conocidas y que puede ayudar a todas las personas que buscan ese don maravilloso que tenemos escondido en el fondo del alma: EL AMOR.
ORACIÓN DEL ALMA ENAMORADA
“Señor Dios, Amado mío: si todavía te acuerdas de mis pecados para no hacer lo que te ando pidiendo, haz en ellos, Dios mío, tu voluntad, que es lo que yo más quiero, y ejercita tu bondad y misericordia y serás conocido en ellos.
Y si es que esperas a mis obras para por ese medio concederme mi ruego, dámelas tú y óbramelas, y las penas que tú quisieres aceptar, y hágase. Y si a las obras mías no esperas, ¿Qué esperas, clementísimo Señor mío? ¿Por qué te tardas? Porque si, en fin, ha de ser gracia y misericordia la que en tu Hijo te pido, toma mi pobreza pues la quieres, y dame este bien, pues que tú también lo quieres.
¿Cómo se levantará a ti el hombre engendrado y criado en bajezas, si no le levantas tú, Señor, con la mano que le hiciste?(Y es que)
Míos son los cielos y mía es la tierra; mías son las gentes, los justos son míos, y míos los pecadores; los ángeles son míos, y la Madre de Dios y todas las cosas son mías, y el mismo Dios es mío y para mí, porque Cristo es mío y todo para mí.
Pues ¿Qué pides y buscas, alma mía? Tuyo es todo esto y todo es para ti.
No te pongas en menos ni repares en migajas que se caen de la mesa de tu Padre. Sal fuera, y gloríate en tu gloria; escóndete en ella y goza, y alcanzarás las peticiones de tu corazón.»
Amén.
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